Día nº 91 - El yo es el hombre ...

Esta mañana, una vez más, nos despierta el sol naciente. Mientras subimos la persiana, contemplamos el mar azul y la Praia de Loulé Velho. Estamos a unos tres metros sobre el mar, en una duna ocre, en un pinar acogedor. Sólo por la noche hay que mirar con más atención, porque hay cactus por todas partes entre los pinos. Disfrutamos un rato de la vista del mar, envueltos en nuestras mantas. - Cuando llega la hora de levantarse, decido darme un chapuzón rápido en el mar.

Kurz war die richtige Entscheidung. – Angeblich hat der Atlantik um diese Jahreszeit 18°. Gefühlt maximal 14°. – Das passt zur Aussen-temperatur, denn auch diese liegt heute bei circa 14°. – Also schnell unter die Außendusche, diese macht zwar auch nicht wärmer, doch dann kann ich zumindest sauber zurück in den Bus. Hier gibt es lecker Kaffee. – Vor allem ist unsere morgendliche Kaffeezeremonie, seit unserem Besuch zu Hause, deutlich entspannter. – Wir haben uns einen größeren Espressokocher von Bialetti zugelegt. Es heißt immer noch „möchtest du noch ein Schluck Kaffee“ doch die Betonung hat diesen gewissen Unterton verloren.

Después juego un poco con el perro de nuestro vecino, un Malinois. No sólo parece poderoso y equilibrado, sino que lo es. Después de media hora, no está agotado, pero yo podría volver a dormirme directamente.

Torgit macht währenddessen einen ihrer Strandspaziergänge und bringt einige Muscheln mit. – Das Thema Hund bringt uns wieder mal zum Thema eigener Hund. Über das ob, die Rasse und so weiter sind wir uns seit langem einig, doch über das wie, sprich die Hundeerziehung, diskutieren wir noch. Einig sind wir uns aber, dass wir mit einer Stimme klang sprechen wollen. – Sicherlich liegt der richtige Ansatz mal wieder in der Mitte. Noch gilt es die Mitte zu finden. (Anm. von Torgit: Während meine Seele beim Strandspaziergang baumelt, fallen mir immer wieder besonders große und schöne Muscheln ins Auge. Warum fallen immer die besonders schönen Dinge auf? Muss denn alles immer perfekt sein? Haben nicht gerade unperfekte Dinge ihren besonderen Reiz, Dinge mit Ecken und Macken? So wie wir? Das hatten wir doch schon mal in der Zitadelle von Bleye, das Ultra IPA von PIP, „Das Bier des unperfekten Perfekten.

Conclusión del día: ¡Viva el perfecto imperfecto! ¡Vive Imparfaitement Parfaite!

Después, camino un poco por la playa. Hay algunas furgonetas salvajes entre los pinos. Salgo en busca de Elisabeth, la francesa de Alsacia que conocí en el avión. Se supone que ella también ha acampado aquí para pasar la noche. - Pregunto y un austriaco me da la pista decisiva. Elisabeth y su amiga están sentadas detrás de su caravana. Un grupo emocionante, incluida la austriaca.

Siempre me resulta emocionante conocer a nuevos viajeros casi todos los días. Hoy, por ejemplo, hay un austriaco, Engelbert Fleischhacker. Está de gira con su perro Willi. Engelbert escribe sobre su experiencia en la carretera desde el punto de vista de su perro Willy.

Lo que en un principio pretendía ser una especie de diario llena ahora tres libros. En ellos se informa de los viajes de Willy a Cabo Norte, con la autocaravana a Gibraltar y de su recorrido por Inglaterra, Escocia e Irlanda. - Engelbert me habla de su vida anterior como empresario de taxis. Sobre un cliente abusivo y por qué estaba cansado de su antigua vida. Pero, sobre todo, me habla de un viaje hacia la felicidad. Su golden retriever Willy lleva con él cuatro años y medio y desde hace poco es una mezcla de paseo salvaje. Como se puede deducir de la pluma, un poco hippie.

Hay mucha gente emocionante en la carretera. Pero pocos parecen haberse marchado por diversión. Los golpes del destino parecen ser a menudo el impulso para partir. Pocos parecen partir simplemente por diversión. ¿Debería esto hacernos reflexionar?

En algún momento, prefiero volver con Torgit y Héctor. Como para mañana se prevé un día soleado, quiero ver si podemos conectar el cable de conexión de la batería de nuestra nueva bolsa solar a la batería del camping. Si hubiera sabido lo que me esperaba, probablemente lo habría dejado para mañana. Porque para llegar a las conexiones de la batería, primero hay que quitar el asiento del conductor.

Pero lo dicho, dicho está. Así que busco una herramienta, pongo una tuerca de 13 mm en la carraca y allá voy. Al quitar el asiento, me doy cuenta de que las abrazaderas no se pueden montar directamente. Así que pido prestadas unas tenazas del barrio y abro las abrazaderas. Luego lo atornillo todo, vuelvo a colocar el asiento y compruebo la aplicación. Aparentemente todo ha ido bien. No se disparó ningún airbag y no apareció ningún mensaje de error en la pantalla. Pero, ¿funciona? Mañana, cuando brille el sol, seremos más listos.