DUNE DI PISCINAS: Dimos un deliberado paso atrás durante el encierro de Semana Santa. En nuestra contribución Viajar por Cerdeña en tiempos de Corona informamos de que un conductor de Unimog alemán aquí en Cerdeña fue amenazado de linchamiento. Por eso buscamos deliberadamente la paz y el aislamiento. El distanciamiento social en su máxima expresión. Pero, ¿también aquí corremos peligro? Oímos hablar mucho, no sólo de ataques a campistas, sino también de robos con gas paralizante. Pero un Ataque con gas, ¿es eso posible*? Y si es así, ¿aquí? No estamos ni en las cataratas de Krka ni en un área de descanso del sur de Francia.

El paisaje desértico del suroeste de Cerdeña parece tranquilo y apacible. Un paraíso, no sólo para los aficionados al todoterreno. Una de las playas más bellas del mundo, con una duna de arena de más de veinte metros de altura. El paisaje alrededor del río rojo recuerda un poco a las sabanas de África. Pero, ¿es todo tan tranquilo como parece? ¿O existe un peligro subyacente del que no tenemos ni idea?

Auf einer kleinen Landzunge, die „su pistoccu“ (der Keks) genannt wird, steht ein VW Camper. Daneben eine alte Ruine. Einsame Plätze wie dieser sind der Traum jedes Freistehers. Doch was wäre wenn? Gerade noch eine romantische Umarmung und im nächsten Moment knallt ein Schuss, der die Heckscheibe in der Mitte zerreißt. Der geliebte Partner ist plötzlich blutüberströmt. Doch dies ist erst der Beginn eines abscheulichen, blutrünstigen Massakers.

¿Es así? ¿Qué podría pasarnos? Historias de terror así dan risa, ¿verdad? Pero esta historia de terror es desgraciadamente cierta. Ocurrió en el mismo lugar donde acabamos de pasar dos días. El lugar que creíamos perfecto para pasar la noche. Salvaje y libre.

Eso es exactamente lo que Marie y Siegfried deben haber sentido por él. Porque estaban aquí antes que nosotros. Mucho antes que nosotros, era la noche del 2 de septiembre de 1982. En lugar de un VW T6.1, había un VW T2 Westfalia. Una Volkswagen camper, como la nuestra. Era la furgoneta de Siegfried Heilmann, entonces de 41 años, un exitoso banquero de Munich. Se decía que tenía dos pasiones, el surf y las mujeres.

Mit an Bord Marie Heide Jager, eine 25-jährige Sozialarbeiterin. Die damalige Presse schrieb: Heide Marie verfolgte einen Traum der Liebe. Dunkelbraunes Haar, welches zu einem Bob geschnitten war. Sehr blaue und transparente Augen wie Kristall und einen hellen Teint. Sie wusste, dass dieser Mann, mit dem sie diese Reise zum „Ende der Welt“ angetreten hatte, verheiratet war und zwei Kinder hatte. Und sie wusste auch, dass seine Frau, als sie von ihrer Beziehung erfuhr, wütend zu ihrem Ehemann sagte: „Ich will dich nicht mehr tot oder lebendig sehen.“

Así que los dos eran amantes. Cuando las encuentran dos días después, las heridas de bala son inconfundibles. También hay rastros de violencia sexual en el cuerpo de Marie. Uno de los asesinatos más brutales de Cerdeña. El caso acabó en todos los periódicos, italianos y alemanes, y permaneció en el punto de mira de las noticias locales durante semanas.

Der mysteriöse Mörder wurde sofort von den Veröffentlichungen „Das Monster von Arbus“ getauft. Aus Deutschland kam ein Team von Ermittlern, die die Carabinieri bei den Ermittlungen unterstützten. Die letzten Tage der beiden Liebenden wurden rekonstruiert und „ihre süßesten und intimsten Geheimnisse“ landeten sofort in den Zeitungen. Alle Hinweise der Untersuchung wurden verfolgt.

Incluso los más imaginativos. Se llegó a suponer que los celos habían llevado a la esposa de Sigfrido a contratar a un asesino para que matara a su infiel marido y a su joven amante. Sólo años más tarde un pastor local resulta ser el brutal asesino. Mientras estamos en esta plaza, no sabemos nada de todo esto. Ni del hecho de que la razón fue probablemente un perro que el pastor atropelló accidentalmente. Por favor, querido Dios, que no atropellemos a ningún perro, oveja o cabra.

Es un lugar tranquilo y apacible, como en septiembre de 1982, pero ya lo estamos temiendo un poco. Dos días después, volvemos a estar solos en una plaza junto al mar. He estado investigando este caso. Hoy hace frío y está oscuro. Para que nuestra iluminación interior no sea visible desde lejos, hemos adelantado el apagón. Es hora de dormir.

De repente se oye un zumbido. El apagón se mueve un poco. Nos miramos asombrados. Alguien está intentando entrar en nuestro coche. Cojo la linterna, salto del autobús completamente desnuda y busco en los alrededores. Cuando vuelvo a subir al autobús un momento después, tengo el pulso acelerado. No hemos visto a nadie, pero ¿y si...?

Más tarde, armamos la variante más probable. Torgit ha estado sentado en la llave de la radio con su culito. Si no sólo desbloquea accidentalmente el coche, sino que mantiene la presión, las ventanillas se abren. Tecnología que inspira. ¿Cómo te habrías sentido si te hubieras quedado dormido?

Nuestro autobús es un SpaceCamper. Así que el nombre lo dice todo. Si alguno de nosotros se siente incómodo, cambiamos de sitio inmediatamente. Y siempre evitamos las tan nombradas áreas de descanso del sur de Francia. Nos preocupa menos un ataque con gas, porque nuestro techo elevable está muy bien ventilado. volvemos a la pregunta de arriba, ¿es eso posible en absoluto? A este respecto hemos encontrado un artículo Ataques con gas a los campistas - ¿Qué está pasando realmente? por Isa es útil. Pero, independientemente de eso, nos limitamos a prestar atención a nuestra posición en la medida de lo posible.

Pero no siempre se encuentra el lugar perfecto para pasar la noche. Y no todo es siempre lo que parece. Pero esta vez parecía que teníamos más éxito. Claro, hemos tenido lugares hermosos antes. Pero éste era y es algo muy especial. Acampar como un águila sin duda lo describe mejor. Como un nido de águila, tenemos una vista impresionante del paisaje, las rocas, la Duna di Piscinas al fondo y el mar.

Una sensación de libertad y aventura. Y una real, no la de un anuncio. Así que este lugar se convierte en nuestro nuevo hogar por poco tiempo. Salvaje y libre. Al día siguiente subimos por las rocas hasta el mar. Incluso desde abajo, nuestro lugar es hermoso. Solitario, pero tranquilo. Durante los dos días siguientes no vemos un alma. Al tercer día, pasan dos enduros. Entonces tenemos paz. Al menos hasta el día siguiente. Entonces llega la policía. Pero esta es otra historia. La contaremos más adelante en nuestro blog.

PD: Para hacer desaparecer los pensamientos sombríos: Nos encontramos con un vídeo de este lugar en las secuelas. Es de HERMAN EN LA CARRETERA. Nos ha parecido muy simpático y, sobre todo, alentador. Sin duda, justo lo que necesita para concluir este artículo.