Velero poco después de la puesta de sol en la bahía de Beniras, ibiza
Árbol como banco en la bahía de Beniras, ibiza

Hoy es viernes 13. ¿Debería habernos hecho reflexionar? Yo digo que no. Esta mañana todo sigue relajado. Hemos dormido bien y seguimos aprovechando la energía positiva del día anterior. Mientras Torgit nos prepara el muesli, yo investigo un poco sobre los faros de la isla. - Estamos tan impresionados por los faros de los últimos días que queremos aprovechar nuestros tres últimos días en la isla para explorar los faros restantes. Hasta aquí el plan. - Pero justo cuando estamos sentados en la furgoneta con nuestro muesli en la mano, Ilona viene a visitarnos. - La finca donde tiene aparcada la furgoneta no está muy lejos.

Nos cuenta que Gerónimo y ella han ido de compras esta mañana. Pero esto resultó ser más difícil de lo esperado. Tras conocerse que las primeras pruebas del Covid-19, el coronavirus, habían demostrado que también había llegado a la isla, probablemente cundiría el pánico. - También en este caso habría ahora compras de pánico.

Tras pensarlo un momento, decidimos no tomárnoslo a la ligera. Nos dirigimos a los supermercados más cercanos y nos damos cuenta de que ha cundido el pánico. Por muy relajada y tranquila que estuviera la isla hace un momento, el ambiente ha cambiado de repente. El tono es extremadamente agresivo.

El agua es nuestro principal problema. - El primer mercado ya se ha quedado sin agua. Así que Torgit y yo nos separamos. Me dirijo al siguiente mercado. Justo cuando meto el último bidón de 5 litros en el carro de la compra, Torgit me llama. Acaba de recibir una entrega repetida, que acaba de comprar. - Tenemos avena, muesli, leche, leche de avena, una bolsa grande de naranjas, arroz, lentejas y judías. El jengibre también está en el carrito. Como corresponde a la compra de un hámster, nos hacemos con el último papel higiénico.

Luego partimos hacia Ibiza. Queremos comprobar si podemos coger un ferry más temprano. Si había un cierre en Ibiza, no estábamos seguros de si aún podríamos salir de la isla. - Cuando llegamos al lugar, los mostradores acaban de cerrar. Abren de nuevo a las 17:00. Cuando llega la hora, ya se ha formado una cola. El ambiente también es muy tenso. Somos los quintos de la cola y conseguimos volver a reservar el ferry para mañana por la mañana a las 11.00 horas.

Así que conducimos hasta Benirras por última vez. Cuando hemos aparcado a Héctor, nos damos cuenta de que nuestra ducha exterior ha desaparecido. No está claro si ha sido robada o arrancada de su fusible. Pero, ¿qué dice el Kölsch? "Wat fott es, es fott"

En primer lugar, guardamos las compras. Tenemos que reorganizar algunas cosas. En los próximos días veremos qué ocurre. - Pero una cosa parece cierta, nuestros días en la isla parecen contados. Pero sin duda tenemos que volver y explorar los faros.

Ahora nos vamos a la playa por última vez. El sol acaba de ponerse. - Hay un velero en la bahía, y de nuevo suenan los bongos por la bahía. - Es hora de despedirse. - El ambiente está apagado. - Habrá que ver cómo nos las arreglamos para escribir en el blog en los próximos días. - Pero volveremos, sin duda.

También en este caso nos centramos en lo esencial: Et hätt noch jot jejange

PD: Victoria nos ha enviado un agradecimiento y su foto de anoche. - Sin duda, un bonito final.

Estrella corazón en la puesta de sol de la bahía de Beniras, ibiza
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