Día nº 153 - Embalse del Conde de Guadalhorce

Torgit te prometió para hoy que te informaría si consigo que Héctor vuelva a la carretera. - Pero qué quieres que te diga, hoy hace tan buen tiempo que no hay razón para no quedarse aquí más tiempo.

So lassen wir es uns gut gehen. Erst einmal wollen wir baden. Das Wasser ist nicht nur super klar, sondern auch super kalt. Torgit belässt es deshalb bei einer Katzenwäsche. „Ach na komm“ ist ihr Kommentar. Doch auch mir bleibt nach dem ersten Schwimmzügen fast das Herz stehen. Doch der Körper ist ein Gewöhnungstier und gewöhnt sich auch schnell an das kalte Wasser. Danach ist es herrlich, vor allem da man sich Aufgrund des einsamen Ortes, frei und ohne Badehose bewegen kann. Doch als ich aus dem Wasser steige, sieht mein Körper aus wie der eines gerupften Huhnes. Oder müsste es Gans heißen? In der Sonne vergeht dieser Zustand jedoch schnell.

Nos sentamos en nuestro promontorio y disfrutamos de las vistas del lago y las montañas, así como de nuestro desayuno.

A partir de mañana, Torgit y yo iremos por caminos separados. Al menos por este día. Yo quiero hacer el Caminito del Rey, la vía ferrata conocida como la Senda del Rey. Torgit está en huelga debido a su miedo a las alturas. A juzgar por algunas de las fotos, puedo entenderlo. Por eso decidimos salir por la tarde en dirección al acceso a la vía ferrata. Pero primero tenemos que volver a subir la montaña en coche. Pero Héctor domina hoy el corto tramo fuera de la carretera sin un murmullo. Conducimos un poco a lo largo del lago y llegamos al muro de la presa. Sólo diré que es precioso. Pero ya os contaremos más sobre esto más adelante.